miércoles, 5 de octubre de 2016

Despidieron a mi jefe..



Hoy me tocó ir a comprar unos pilots de colores en la mañana para decorar mi oficina con motivo del día del encuentro de culturas. Llovió y me embarrialé mis zapatos negros.. Al volver al trabajo, vi llegar a a mi jefe en su fulgurante Audi azul. Me senté en una esquina del parqueo. Luego lo vi salir en un Uber XL, a pesar de que iba solo.. Así es él.. De pura envidia, me limpié el barro de mis zapatos en la llanta trasera izquierda. Pero luego mientras untaba mi desprecio más arriba del guardabarro, me electrocuté y caí inconsciente al suelo..

Cuando me desperté, YO ME HABÍA CONVERTIDO EN ÉL!! Para corroborarlo, hice lo que cualquier persona de la compañía haría: revisé mi bolsillo de atrás, y encontré una gorda billetera con tarjetas de crédito en forma de arcoiris. Emocionado, me fui para el Mall. Allí por pura maldad, me compré un helado de fresa con alguna de sus tarjetas. Me lo comí en una banca y rápidamente me di cuenta de cómo la venganza y también la felicidad; para poder disfrutarlas realmente, tiene uno q compartirlas. Entonces bajé unos pisos y con un plan en mente me compré este gato:


Lo nombré "Babinsky". Decidí aparecerme con él por la oficina (quiero decir, la de mi jefe; para no levantar sospechas ante mi ausencia) y ya en mi ancho escritorio mandé un correo institucional desde mi pequeña y moderna computadora invitando a todos al cumpleaños de mi nuevo gato. Lo del cumpleaños era mentira, PERO ES QUE ESTABA TAAAN BONIIIIIIITOO..

Me fui a un bazar cercano y compré corbatitas y sombreros escarchados de colores. Y serpentinas. Tenían un sombrerito para Babinski también. Compré queque de avellanas y Coca Cola también.. Todo fue muy bien. Al irse todos, tomé mi Iphone8 platinum y llamé al Gerente General de la compañía para invitarlo a comer. Lo llevé a "Chichis". En el almuerzo le comenté que me parecía q Rafael era un superdotado, y que pensaba seriamente en aumentarle el sueldo a algo más acorde a su elevadísima capacidad intelectual.

Posteriormente, se me ocurrió mandar esta vez dos correos generales. En el primero, mandé una lista interminable de nombres graciosos como "Allan Brito", "Diego Loso", "Eddy Ficcio" etc para confeccionar rotuladores para una conferencia ficticia (waca waca) a la que supuestamente debía asistir esa noche (y les pedí tenerlos antes de las 5 sí o sí!!).

En el segundo correo, externé una invitación a los que SÍ me caen bien para el "After Party" de Babinsky. Muy emocionado me fui corriendo a "Pequeño Mundo" a comprar 8 piscinas de plástico para instalarlas en mi oficina y una pantalonetita a rayas. Sólo inflarlas me tomó 3 tubos de mi respirador para el asma, así que tomé de nuevo el Iphone8 PLATINUM, y llamé al jefe de bomberos de Tibás para solicitarle a nombre de la empresa, traer un camión de bomberos (para llenar las piscinitas).

Como siempre he querido tener canas, me emocionó poder parecerme finalmente a George Clooney, así que mandé a traer Martinis, mucho Martini. Llamé a "IT", y les solicité instalar un equipo de sonido con todas las de "Tito el Bambino". Y que de paso me trajeran una gorra. Llegadas las 3, puse mi escritorio dentro de una de las piscinitas, y empecé a contar chistes de Gorgojo. El de la monja y la marmota fue particularmente "desopilante".

Tras tanto chupar, me entraron ganas de mear. Al ir al baño no cerré la puerta, porque al ser yo ahora el jefe de departamento, pues hago lo que me venga en gana. Por dejar la puerta abierta, Babinski se entrometió en lo q no era su asunto, y entre la alfombra de mi baño personal de pelo de hiena tibetana, y la cola peluda de Babinsky, de alguna manera, se hizo estática, y me electrocuté de nuevo.. Al despertarme, por arte de magia volví a ser yo mismo. Como todos estaban más borrachos que gusano de tequila, salí del baño sin problemas. Al final del día echaron a mi jefe. Dicen que porque no sabe manejar presupuestos..

(Esto es una historia cierta).